Panorama climático
Temperatura
Humedad relativa
Precipitación
Evapotranspiración
Viento
Opacidad de capas: 100%
Panorama Climático Semanal
Las condiciones meteorológicas de la penúltima semana de enero presentan un escenario favorable para el aumento del riesgo de incendios forestales, especialmente en la zona central de Chile, debido a la persistencia de altas temperaturas, la dorsal cálida y el desarrollo de una vaguada costera. Estas condiciones, combinadas con baja humedad relativa y ráfagas de viento en algunas áreas, podrían intensificar la probabilidad de propagación de incendios. Las regiones del norte continuarán con temperaturas cálidas, especialmente en el interior, donde las máximas superarán los 30°C, mientras que en la costa se mantendrán sobre los 20°C. Localidades como San Felipe y Panquehue, en la región de Valparaíso, alcanzarán hasta 33°C. En la zona central, el calor será extremo durante toda la semana. En Santiago y alrededores se registrarán temperaturas de entre 34 y 35°C. Desde O’Higgins hasta Ñuble, el tramo más afectado, las máximas oscilarán entre 36 y 37°C. En el Biobío, se esperan temperaturas de hasta 34°C en Cabrero y Los Ángeles, con condiciones más moderadas en Concepción y Arauco, donde fluctuarán entre 22 y 24°C. En el sur del país, el ingreso de aire frío mitigará las temperaturas. En Temuco y Osorno se registrarán máximas de 27-28°C, mientras que en Puerto Montt y Futaleufú las temperaturas oscilarán entre 19 y 20°C. En Chiloé, se superarán los 20°C, mientras que en la Patagonia, las temperaturas serán más frescas, con máximas de 10-15°C en Aysén y Magallanes, lo que se considera agradable para esa región. En la Patagonia, el paso de sistemas frontales generará lluvias y vientos intensos. Un sistema frontal que ingresó el domingo traerá lluvias entre Aysén y Magallanes el lunes 20 de enero. Por la tarde y noche, el centro de baja presión avanzará hacia Los Lagos, generando ráfagas de viento superiores a 60 km/h y posibles tormentas eléctricas en las áreas cordilleranas. Para el martes 21, un nuevo sistema frontal ingresará nuevamente a la Patagonia, generando nevadas en la cordillera de Aysén y vientos superiores a 60 km/h, desplazándose hacia Los Ríos y La Araucanía hacia el jueves 23. Estos sistemas no afectarán las áreas más críticas para incendios forestales, que se concentran en la zona central. Aquí, los factores de riesgo son particularmente elevados debido a las altas temperaturas, la baja humedad relativa, y la acumulación de combustible vegetal. Localidades como Chillán, San Javier y Las Cabras se identifican como áreas vulnerables, con temperaturas cercanas a 37°C. En Biobío, Los Ángeles y Cabrero también presentan condiciones propicias para la propagación de incendios, mientras que en La Araucanía, las máximas de 28-30°C incrementan el riesgo en sectores interiores.
Panorama Climático Trimestral
La temporada de verano en Chile presenta un panorama complejo respecto al riesgo de incendios forestales, impulsado por una combinación de condiciones climáticas adversas y factores estructurales relacionados con la gestión de los recursos naturales y territoriales. La presencia de una débil fase de La Niña ha contribuido al refuerzo del Anticiclón del Pacífico Sur, limitando la llegada de sistemas frontales y generando un déficit hídrico en gran parte de la zona central. Este fenómeno se combina con temperaturas superiores a lo habitual y una acumulación de biomasa seca, resultado de las abundantes precipitaciones registradas durante el año 2024, configurando un escenario de alto riesgo. Los análisis más recientes muestran que, aunque se anticipan precipitaciones por debajo de lo normal en gran parte del territorio, para los próximos meses, las lluvias excepcionales de 2024 han dejado una cobertura vegetal mayor a la habitual, especialmente en áreas de la zona central y precordillera. Esta vegetación se transformará en material combustible fino muerto con la llegada de temperaturas más altas, incrementando significativamente la posibilidad de incendios forestales. Según los datos de NDVI (Índice de Diferencia Normalizada de Vegetación), la vegetación presenta valores superiores a la media histórica en muchas regiones, lo que refleja un vigor vegetativo que, en condiciones de sequedad, se convierte en un peligro latente.